En esta ciudad china ocurre un fenómeno que nos parece particular, pero que es una realidad extendida a lo largo de todas las grandes ciudades industrializadas de dicho país. A simple vista podemos apreciar una ciudad de gran desarrollo y apariencia moderna, de grandes riquezas arqueológicas y hermoso paisaje que contrasta con la arquitectura moderna la que también y paradójicamente, es un cotizado destino turístico para otros chinos, pero la realidad para sus habitantes dista de este idílico destino turístico.
Cuesta creer que en esta ciudad vivan más de 32.000.000 millones de personas, donde la belleza de su paisaje es difícilmente percibida por la densa capa de smog que se posa sobre ella. Chongqing es una de las ciudades con mayor índice de crecimiento a nivel mundial existen miles de puestos de trabajo generados, gracias a la gran cantidad de proyectos inmobiliarios y la explotación de yacimientos de hierro colindantes a la ciudad, pero... cuál es el costo de este desarrollo?.
Los habitantes de Chongqing apenas distinguen el día de la noche, no llegan a ver los pisos más altos de las torres y edificios ahí construidos y deben lidiar diariamente con los fenómenos climáticos mezclados con la contaminación ambiental (el calor en verano supera los 40°). Sin embargo la mayor preocupación que se genera de este hecho, es el daño a la salud que el fenómeno está provocando en las personas, empezando por enfermedades de tipo respiratorias variadas y generalmente crónicas, cáncer al pulmón, garganta y vías respiratorias, intoxicación por monóxido de carbono e incluso la muerte.
Esto es un claro ejemplo de cómo en ciertas ocasiones los intereses económicos priman por sobre la calidad de vida, degradándola en pro del desarrollo de una ciudad, sin comprender que el desarrollo y la prosperidad económica no deben ser más importantes que el derecho de las personas a convivir en un espacio apto para la salud y la vida.
Por Camila Davagnino
Diseñadora Industrial
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